¿Recuerdas esa conversación
que no tuvimos y todo lo que no te dije?
La tengo guardada
al lado de los te quieros
y mis expresiones más ridículas
de todo el cariño que no te muestro.
Allí todavía son un regalo sin entregar
con la posibilidad de gustarte
hasta de recibir uno propio.
Allí puedo creer que sí los (me) quieres
acumulo más recuerdos (ilusiones) futuras
no quiero saber cómo reaccionarías.
A veces la incertidumbre es benigna.