He olvidado mi computadora dos veces en los últimos cuatro días. Yo trabajo sólo desde mi computadora. No puedo hacer más que regresar por ella. Cuando me pasa esto, me frustro tanto que me dan ganas de no salir, lo cual obviamente no es posible. Estar con prisas, mi estado permanente, me está pareciendo cada vez más insoportable. Quiero llegar antes a mi oficina. Y definitivamente no quiero dejar cosas olvidadas.
Hay que encontrar la razón detrás de las acciones inconscientes. En este caso, puede ser que necesito retomar buenos hábitos de orden y organización. O que me hace falta mi casa, por días como ayer que pasé afuera de ella, entre los extremos de la ciudad. O simplemente que necesito dormir más.
Creo que todo tiene una razón subyacente, aunque sea que uno es tonto y que, una vez identificada, es más fácil arreglar el resto de cosas. Para mientras, dejaré la computadora en la mesa de la entrada, encima de las llaves del carro. Imposible irme sin ellas.