El tono correcto

Resulta que hay más tonos de rojo que lo que creemos. Y no todos me van. Pareciera tan sencillo que un color fuera parejo, pero estamos muy lejos de tener cosas absolutas. En todo hay sutilezas.

Me mandaron hace poco una cita diciendo que la gran mayoría de discusiones no son por las palabras que se dicen, sino cómo se dicen. Y no sé si estoy totalmente de acuerdo. Creo que está en uno determinar qué le ofende, y que tampoco se puede aprovechar de la buena voluntad de los demás. Un insulto es un insulto aunque vaya con una sonrisa y ningún halago es agradable dicho de mala manera. Tal vez necesitamos buscar la congruencia entre todo.

Yo sé que no tengo un tono dulce para hablar y por lo mismo trato de usar las palabras más adecuadas. Y, si subo el tono, que se preparen porque a mí no me importa tener un rato colorado.

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