El propósito que cambia

Hace poco me preguntaron cuál creo que es mi propósito de estar en esta vida. Pregunta más desgraciada.

Los humanos tenemos la capacidad de ver que hay una vida después de nuestra muerte, aunque no sepamos bien para qué. El mundo continúa, queda gente que nos conoció. Algo de lo que hicimos puede que nos sobreviva. Y todo eso nos hace poder considerar que tenemos algo más grande qué lograr en nuestras vidas que simplemente gastar oxígeno.

Propósitos grandiosos como fundar compañías que le den de comer a nuestros nietos. Privados como aprender a cantar.

Cada persona tiene su propia medida de lo que está llamado a hacer.

Y siempre cambia.

Pasamo por tantas etapas durante nuestras vidas, que deberíamos estar tranquilos con que la respuesta no sea igual hoy, que hace unos años. No se puede.

Mi propósito de existir en este mundo ha cambiado muchas veces en su ejecución. Me gustaría pensar que el mayor, el últiml, el más importante, es hacer lo que estoy haciendo de la mejor forma posible.

Y ser feliz.

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