El dolor persiste

Tengo un síntoma que bien podría ser consecuencia de un reflujo (que no creo) y es que me duele el corazón. Y, antes que piensen «el corazón no puede doler», les invito a imaginarse que les duele el músculo pectoral que se encuentra puesto justo encima de donde uno siente los latidos. Allí me duele, en el corazón. Tan poco que se necesita para sintomatizar una emoción como la tristeza y colocarla justo donde uno ha aprendido a pensar que se asientan los sentimientos.

Hay muchas corrientes modernas de salud que ahora se apoyan en lo que se conoce desde hace siglos. Si uno está enfermo de la garganta es porque no ha dicho algo, que si se lastima un tobillo es porque le hace falta dar un paso que no quiere… Creo que todas las cosas están integradas, pero por lo mismo no es posible «curarlo» todo con buenas intenciones, se necesita revisar lo tangible y ayudarlo con lo emocional. Si me doblo el pie, no voy a ir a la emergencia buscando a un psicólogo, sino a un traumatólogo. Igual es bueno buscar terapia para la cabeza y arreglar el trabe del paso y de paso todos los demás que uno pueda.

Yo ando en vías de resolver las emociones que me lastiman. Pero también voy a comenzar a tomar agua con vinagre a ver si se me quita el reflujo.

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