Las opciones más difíciles son entre dos cosas similares. Por eso cuesta tanto escoger yogur en el súper. Aunque buscamos nuestra máxima conveniencia, tomar decisiones siempre supone excluir todo un universo de posibilidades a favor de una única vía. Y eso nos causa conflicto.
Sólo tenemos certeza de la bondad de lo escogido hasta mucho tiempo después. Y hasta eso es con un poco de engaño, porque no podemos saber qué hubiera sido en el otro camino. Simplemente no hay manera de regresar en el tiempo, tomar la otra decisión, y compararlas años más tarde.
Así que, antes cosas que se parecen, no me detengo a pensarlo demasiado y no me arrepiento. No tengo tiempo.