El único lugar que importa tener en orden es la mente. Es donde pasamos la mayor parte de nuestra vida. Depende de su estado que vamos bien o mal. Sorprende que a veces la dejemos a la deriva.
Poder darnos cuenta de lo que dicen las voces de nuestro cerebro, los pensamientos, a lo que le ponemos atención, es el primer paso para habitarnos de una manera más gentil. Cuando peleamos por adentro no tenemos paz y menos la podemos transmitir.
Tengo que tomar algo que me ayude a suavizarme, a dulcificar esa voz que me guía. Quiero ordenar el cuarto de mi mente y hacerlo cómodo. Espero lograrlo pronto.