Llegar al fondo de mi paciencia

Quiero salir corriendo. De todo. Por un rato. Y regresar porque me gusta lo que tengo. Pero todos tenemos un punto de quiebre. El mío es pesado, fuerte, ahora ha aprendido a ser flexible. Pero está. Y me he columpiado en él mucho en estos años.

No hay pegamento para todo lo que nos rompemos. Quedan rajaduras y pedazos en el camino. Lo bueno es que hay forma de seguir adelante y quién nos obliga a ser los mismos de antes. Nadie. Así, nos quebramos, retomamos. Seguimos.

Me quiero ir. Pero no quiero alejarme.

Constante

Quiero ser el fuego

que enciendes con tu boca

la llama constante

que todo lo consume

meterme por tus ojos

comerte los deseos

acabarme todo y pedirte más.