Una tarde libre

La última vez que me dí un descanso de mi vida fue hoy por la tarde. Me cuesta muchísimo que mi cerebro no esté pensando en por lo menos tres cosas a la vez. Veo hacia el futuro en diferentes escenarios. Y se me escapa un poco lo que tengo a mi alrededor.

Esta habilidad me ayudó a ganarme la vida como abogada: poder plantearme cómo se pueden desenvolver las cosas es muy útil en esa profesión. También me hace una excelente organizadora. Pero me convierte en una amenaza para mi propia paz mental cuando se trata de dejar ir las cosas.

Hay un balance precario entre hacer uba sarta de estupideces por «vivir el momento», y perderse lo que uno está experimentando por «planificar». Peor aún, quedarse patinando sobre el pasado, sin avanzar. Los humanos somos esclavos del tiempo cuando no lo manejamos. Nos atropella.

Aprender a cabalgar cada ola que nos tira la vida… Ver la que viene sin caernos de la que nos lleva en ese momento y guardar la experiencia que nos dieron las anteriores. Me gustaría aprender a hacer eso.

Por lo menos hoy por la tarde tuve un breve momento de libertad de mí misma. Espero poder replicarlo.

Un parque

Viajamos con los niños a la Ciudad de México para Año Nuevo. No es el destino común para una familia, pero queríamos que los peques tuvieran la experiencia corta de una ciudad en la que se puede caminar. Ahora mismo estoy escribiendo en la banca de un parque.

Vivimos tan acostumbrados a nuestra propia realidad, que se nos escapan las vidas de los demás. Es difícil entender qué tan metidos estamos en nuestra cajita, hasta que nos mueven de lugar.

Los viajes, los libros, la música y la gente, todo es un portal que nos puede transportar a un punto de vista distinto al nuestro. El mundo está conformado con tantas opiniones del mismo, como hay humanos. Es una delicia encontrarlos, porque nos enriquece nuestra propia existencia.

Para un par de niños que vive en una ciudad que sólo recorremos en carro, caminar por la calle ha sido liberador. Para mí también. No me puedo llevar el parque de regreso a casa, pero sí ya sé el tipo de sensación que me gusta tener. Habrá qué ver cómo replicarla.