Escucho con fascinación a las personas y luego escribo la historia. Es una forma de regalarles su vida con otra perspectiva. Me gusta.
Lo difícil es escoger qué no decir. Siempre hay que dejar algo fuera. No importa qué tan buena sea la frase. Si no ayuda a la narrativa, no sirve.
Igual la vida. No importa qué tan bonito se escuche algo, si no sirve, mejor no decirlo. Cualquier cosa. Sobre todo las más divertidas. Casi siempre hieren. ¿Qué vale más? La historia. Siempre la historia.