A los niños siempre les recalco que el lenguaje se usa para comunicarse. No tiene más objetivo poder poner en palabras conceptos abstractos. Sobre todo la parte interna de nuestros pensamientos. Queremos tener relación con los demás, lo más importante es entendernos.
Pero no siempre se puede. A veces hay un desfase entre lo que decimos y nos entienden y a veces entender no es suficiente. Sobre todo en cuestiones de relaciones personales. Mi sentir sólo puedo describirlo, no puedo hacer que el otro lo sienta/entienda como yo. Y allí es en donde entra a jugar la importancia de la relación. Si yo valoro a la otra persona, me debería ser suficiente que me diga que algo le duele, para dejar de hacerlo, por mucho que no me resulte lógico.
No todos tenemos las mismas vivencias y las cosas no nos provocan las mismas emociones. A veces querer entender debe involucrar más que la lógica y dejarse guiar por los sentimientos. Si yo te quiero, entiendo que no siempre voy a poder dimensionar lo que me dices que sientes, pero lo respeto y te voy a cuidar. O no y atenerse a las consecuencias.