Vamos a hablar hoy de cosas pragmáticas, para variar un poco;
específicamente de las cosas y para lo que sirven.
Como una cuchara, que sirve para abrir frascos,
insertada en la tapa, deja salir el vacío.
Una silla, queda perfecta en su respaldo,
para poner el saco al entrar a casa, mientras se recibe un beso.
Una manga de camisa, de tela suave de preferencia,
seca lágrimas sin lastimar los ojos que las derraman.
El cuchillo y su punta redonda,
le dan la vuelta al tornillo en cruz.
Y la cama recibe los saltos de los niños
que juegan a volar.
Todas las cosas sirven para algo,
las palabras que son cosas también.
Como las tuyas, dulces,
que usaste para partirme.