Las verdades y lo que se entiende

Hay muchas formas de contar una historia, más si es la propia. Editamos, alargamos y acortamos nuestra biografía cada vez que hablamos de nosotros mismos, porque lo importante no es lo que pasó, sino cómo lo vemos en este momento. O el siguiente.

Lo mismo pasa con la Historia, que, además, es contada por muchas personas distintas que le dan el giro que quieren. Difícil estar seguro del todo de dónde venimos, si se descubren cada vez más tergiversaciones de lo que nos cuentan. Hay que hacerla de detective y psíquico, no sólo de historiador, a la hora de considerar esas venas académicas con que se nos quiere alimentar.

Yo creo que ayuda mucho ver con objetividad lo que existe ahora para escarbar los cimientos sobre lo que está fundado. Tener criterio y saber que nunca vamos a conocer toda la verdad, ni siquiera cuando es la nuestra.

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