Todos tenemos un pedazo de la historia de nuestras familias. Porque la vivimos de una forma particular y nunca nos trataron igual a todos. Para los que tenemos familias con generaciones mezcladas, escuchar lo que los mayores saben es como que nos cuenten la precuela de la película.
La historia de la humanidad se cuenta de persona en persona y cada uno la mira tan lindo como quiera. Ahora tenemos accesos digitales a registros. De tantas formas. Tantas fotos, textos, grabaciones. Y ni así recopilamos todo. Porque sólo plasmamos una parte.
Yo he escrito todos los días en este espacio como un ejercicio personal. De autoconocimiento. Pero poco a poco me he dado cuenta que también les dejo a mis hijos un bosquejo de quién soy. Queda en ellos venirme a buscar o no. Y de entenderme. Que tampoco es fácil.