Yo me puedo hacer mi pie

Encontré la receta de pie de melocotón que hacía mi mamá para mis cumpleaños. Tengo sentimientos encontrados con ese postre: siempre pedía pastel de chocolate, siempre hacía pie de melocotón. Es una de esas cosas de temporada que, además, hay que comer de inmediato porque al día siguiente se ponen espantosos. Pero tampoco puede ser recién salido del horno porque el relleno se hace sopa. O sea… lo efímero hecho postre.

Estoy tratando de tener “mente nueva” para mis experiencias. Si lo pensamos bien, no hemos vivido ni el aliento que respiramos antes, todo es nuevo y todo es maravilloso. Efímero. La belleza se puede volver a sentir como por primera vez y el dolor no importa porque no es acumulable. Todo es nuevo.

Pronto va a ser mi cumpleaños. Ese día no voy a comer pie de melocotón, me lo comí hoy en el momento exacto. Entendí la belleza de hacerlo para alguien que uno quiere. Y el día que me toque, tal vez me haga un pastel de chocolate.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.