Mi cumpleaños es en una semana. Hasta ayer, pensé que tenía ganas de cumplir años. Hasta ayer. Otra vez se me quitaron, como los últimos diecisiete años.
Nada atrasa la muerte, pero la vejez sí se puede distraer un poco en el camino. Y no es que necesite verme diez años más joven, aunque no estaría mal, sino moverme con libertad.
Quisiera que estuviera mi mamá y me hiciera pastel. Y me dijera que me engordé/adelgacé/despeiné… cualquiera de sus formas pasivo-agresivas de cariño. Y que me hiciera pastel.