Todos tenemos varios modos de proceder, dependiendo de cómo nos sintamos. El problema es que no somos muy buenos para predecir cómo vamos a reaccionar en un estado de ánimo particular. Ni cómo nos vamos a sentir de la reacción después. El que está enojado no se da cuenta qué tan enojado está hasta después de decir todas esas cosas por las que luego tiene que pedir perdón.
Pero así como uno hace planas, practica escalas, repite movimientos y estudia, de igual forma uno puede ejercitar la forma en la que uno quiere reaccionar en un momento dado.
A mí me sirve tomar distancia. ¿Quiero comprar algo? Espero un par de días a ver si todavía me vale la pena. ¿Quiero decir algo hiriente? Mh… eso me cuesta más, pero he aprendido a pedir que me dejen sola un rato. Ya si no me hacen caso, no es mi culpa.