Me cae mal pelear. Pero si hay que hacerlo, prefiero salir rápido de eso. Porque los problemas que se dejan crecer, se vuelven junglas llenas de arenas movedizas. No hay que ahogarse en cosas que puedan pasar. Es horrible confrontar a gente que uno quiere.
Muchas veces vemos cómo, por no causarle un dolor pequeño a los nuestros, luego se lastiman más. Con uno también. Como cuando esas relaciones medio malas dejamos que se vuelvan el monstruo de la laguna negra. Y quedamos varados.
El mejor momento para detener una situación desagradable, es ahora.