Vivir en estos tiempos es estar entregados a lo surreal. Ese plano que se sale de lo normal, pero que de todas formas podemos palpar. ¿Qué otra queda cuando el mundo se desmorona? Nada más que seguir. Y querer.
Me tocó pasar mi cumpleaños en el encierro y me la he pasado lindo. Hasta con pizza. Quiero lo que tengo y eso me hace afortunada. Tal vez no lo hubiera apreciado de otra manera.
Gracias por todo.