Hace 12 años vimos «Defendiendo al Cavernícola». Nos ofrecieron la obra y aceptamos sin mucho entusiasmo. Pero todo, desde un principio, fue el éxito total. Entre muchas de las cosas del monólogo, se habla de la diferencia del cerebro entre los hombres y las mujeres. Específicamente cómo todo en el cerebro de una mujer está interconectado y todo en el cerebrl del hombre está en compartimentos. Y que uno de esos compartimentos, está vacío.
Últimamente, han salido nuevos estudios que refutan que exista una diferencia esencial entre el cerebro de unl hombre y el de una mujer. Y podría ser cierto. Pueda ser que nuestra anatomía básica sea igual. Con eso superaríamos muchos mitos de aptitudes o dificultades naturales para aprender materias científicas. O cómo procesamos emociones. O cómo entendemos el lenguaje.
Pero, lo que más necesito, sobre todo en este momento, es encontrar mi «caja vacía». Ésa a la que puedo entrar y no pensar en nada. En donde no hay distractores. No hay ni sentimientos. Está simplemente la nada.
Esa capacidad de apagar la conexión entre todas las ideas que me rondan, es algo que admiro y envidio. El hámster que da vueltas dentro de mi cabeza necesita un descanso de vez en cuando. Y yo, a veces, necesito vacaciones de mí misma. Aún no he encontrado en dónde.