Nunca hago lista de súper. Lo considero un ejercicio en memoria. Me tengo qué acordar. Lo logro casi siempre, aunque tenga que regresar sobre mis pasos en las góndolas. Luego, obvio, olvido hasta que fui al súper porque es información reciente e irrelevante que descarta mi cerebro.
Hay mucho debate acerca de nuestra capacidad de guardar recuerdos de la primera infancia. Más allá de esa gente que dice que uno retiene la memoria de su propio nacimiento y que es el primero de todos los traumas, los recuerdos como tales, nadie sabe cuándo se forman con certeza. Yo tengo más recuerdos de alguien contándome qué hice el día que me tomaron una foto específica que del hecho en sí mismo.
Creo que tenemos una especie de capacidad limitada para guardar recuerdos y que algunos desplazan a otros. Que podemos ejercitar ese espacio para ser más eficiente. Y que tengo un montón del mismo espacio ocupado por cosas inservibles como las letras de todas las canciones que me acompañan cuando hago súper.