¿Viste, Corazón, hasta dónde hemos llegado?
Tu persistencia y mi ignorancia
nos han traído a lugares
que nunca encontramos en un mapa.
Estamos al fondo de un océano, Corazón
y tú sigues insistiendo
en palpitar, qué necio, necio,
y yo casi ni respiro.
¿Te diste cuenta?
Ahora sólo podemos continuar.