Todos los sistemas están perfectamente diseñados para dar los resultados que dan. Es una de las mejores cosas que he aprendido. Porque la mayoría de veces, no es una cuestión de reforzar el método, sino de revisarlo. Incluso el plan puede ser bueno y no estar bien implementado.
Como en casa, que no siempre quedan las cosas como uno se las imagina. Los hijos son la mejor escuela para enseñarle a uno que no todo se puede planificar y hay que adaptarse a lo que le tire a uno la vida. Hay cosas que no se pueden cambiar, además. Ya con eso establecido, o se aguanta uno para hacer lo que se puede con lo que se tiene, o se amarga. Prefiero lo primero.
Nuestros sistemas sirven para ayudarnos a adelantar lo de rutina para enfocarnos en lo importante. Y por lo mismo nunca deben ir por encima del resultado. O tendremos algo que no nos gusta y ni idea de por qué.