Se vale preguntar

Tengo la costumbre de decirle a la gente cuando me gusta algo que tienen puesto. Creo que vale la pena sacar la energía bonita al aire. Hacemos tanto lo contrario, sobre todo en el tráfico, que hay que compensar. También pregunto dónde compraron las cosas si me gustan mucho mucho. Y si es demasiado, y tengo confianza, hasta cuánto cuestan (sí, ya soy esa vieja, no me arrepiento).

¿Desde cuándo perdimos la costumbre de acercarnos con una palabra amable aún a extraños? El saludo en la calle cuando se cruza uno con alguien en la acera. Ver a la otra persona a los ojos cuando le pide uno algo. La cortesía que no cuesta nada y que ayuda a hacer el día más suave.

Yo no soy una persona cálida. Pero no me esfuerzo por ser amable, me sale natural. Y creo que obtengo más satisfacción yo al ver la reacción de agrado de la persona que ella misma. Además que a veces averiguo dónde conseguir las cosas que me gustan.

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