Se me fue un antojo

Quiero galletas desde hace tres semanas y no me he hecho. Y ahora ya no quiero porque comí platanitos fritos. No es lo mismo, pero me quitaron el antojo. Y eso creo que es triste. Dejar ir algo que quería y no me lo di para no pasarme. Y los días pasan y pasan las ganas hasta que se vayan por completo.

Tomo decisiones con muchas cosas en cuenta, sobre todo el poder verme el estómago sin panza. Pero luego estoy como ahora, añorando tener ganas y sabiendo que igual no me las voy a quitar. Tal vez puedo relajar ambas partes de la ecuación.

Y, el otro viernes, compro galletas.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.