Iba de camino a mi casa sin y la niña quiso ir a otra parte. En la mayor parte de los casos diría que no. Pero quiero poder cambiar de opinión alguna vez, sobre todo pensando en las cosas que pueden hacer felices a los míos.
La flexibilidad es una de las características de los músculos sanos. Generalmente pensamos en cuerpos fuertes, con musculatura dura. Pero si es rígida, es más fácil desgarrarse. Allí entra poder estirarse, doblarse, ser maleable.
Lo duro se rompe, lo fuerte se dobla y recupera para poder seguir. Así quiero ser, es de lo que más me cuesta, sólo entiendo de resistencia, no de adaptación. Lo nuevo me da miedo, supongo, he aprendido a quedarme firme. Buenísimo para todo, menos para vivir.
Dije que no a la niña. Luego que sí. Y cambiamos de rumbo.