Por un pequeño momento dejé de ser todo y sólo fui yo.
No hay mucho más qué explorar cuando se quitan todos los papeles que leemos. Guiones de vida adaptados a cada situación. Un momento para dejar de ser cualquier cosa y sólo ser uno es un regalo.
Es de allí, del centro tal vez vacío, que uno saca el resto de su vida. Para eso sirve la meditación y el ejercicio y las ocupaciones repetitivas. Un poner la mente en neutro y dejarse llevar hasta el lugar en donde no hay nada.
Es rico no tener que ser nada. Mejor aún encontrar a alguien que sólo quiera que uno sea como es.