Marcas

Recientemente me topé con una compañera del colegio con la que, según yo, no compartimos experiencias allí. Resulta que sí. Increíble cómo pudimos convivir tanto tiempo y no coincidir. Lo que más me llama la atención es ese conjunto de marcas que se parecen. Y no hablo de tatuajes, sino de lo que nos deja la vida en el espíritu. No se ve, pero se vive profundamente.

El advenimiento de la psicología moderna es uno de los avances médicos más significativos. Creer que sólo el cuerpo se enferma y se cura nos deja sin herramientas para sanar lo que nos duele por dentro. Y a veces, eso es más pesado que cualquier herida que sangra.

Todos tenemos marcas. Algunas bonitas, otras no tanto. Y todas se deben asumir, felizmente porque, aunque nos adornen, no nos determinan. Yo estoy llena de recordatorios. Espero seguir haciéndome más, son la prueba de que sigo viva.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.