No es secreto para nadie que la Navidad y sus alrededores no son mi vecindario favorito. Desde la tensión entre mis padres cuando yo era pequeña, a la muerte de mi mamá en días cercanos a su cumpleaños, que caía en Nochebuena. Siento una presión inadecuada de para estar feliz, para olvidar lo malo del año, para juntarme con gente en los últimos días del calendario que de igual forma va a continuar en la siguiente página.
Pero… Entiendo el poder de los rituales, la maravilla de darnos un espacio específico para celebrar, una excusa que nos obligue a vernos y compartir. Este año tan extraño, que ha cambiado todo en nuestras vidas, necesita en especial una lista de cosas que ayuden a pasar bien esta época. Yo tengo cerca a los míos y alrededor a gente que me quiere bien. No puedo pedir mucho más (aunque lo hago, cómo no). Así que estas son las cosas (ojo que pondré cosas, no personas) que tendré cerca:
Música, chocolates, vino, café por las mañanas, sol en mi terraza, viento fresco entre mi pelo, olor a flores, cielos abiertos, nubes barridas, libros por leer.
Sorprendentemente, la lista de cosas para sobrevivir diciembre es la misma que el resto de la vida. Ve pues.