La percepción de lo ajeno

Dejé de seguir cuentas de fotos de mujeres hace mucho. Antes lo hacía porque pensaba que sería bonito sacarme alguna igual. Luego me di cuenta que no soy igual y mejor allí lo dejé.

Todos tenemos percepciones del entorno. Curiosamente, creemos que lo que tienen los demás puede ser mejor que lo nuestro. Pregúntenle a cualquier mujer que se mira al espejo y encuentra el defecto, aunque sólo tenga uno. O a cualquier hombre que mide sus éxitos contra los del de al lado.

Jodido. Jodido eso de buscar nuestra satisfacción, la nuestra propia, en cosas fuera. Terminamos pensando que no somos suficientes.

Me pasa. Todo. El. Puto. Tiempo. Hoy, sobre todo, que tuve un diciembre de excesos de comida, ando con estorbos en el cuerpo que tenía varios meses de no sentir. Y, yo sé que es es ridículo, pero ya no quiero ni salir.

Se me olvida que la razón por la que estaba flaca a principios del 2017 era porque la angustia no me dejaba comer. Y que, en balance, tal vez sea más importante no querer morirme a caber en una talla 2.

Tonteras. Nos llenamos de tonteras.

Espero poder perderlas junto con las libras extra que sí me molestan.

 

2 thoughts on “La percepción de lo ajeno

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.