Nada bueno pasa
después de la hora de dormir
se acumula el sueño
detrás de párpados abiertos
se derraman suspiros en la almohada
y navegan las ganas por el suelo.
Si no se duerme de noche
los días brillan demasiado
entre una niebla iluminada.
Recuerdo querer no dormir nunca
pasar las noches fuera de mi cama,
que era mi mundo nocturno
exiliada de lo permitido.
Pero sólo puedo escapar de verdad
cuando dejo de ser yo
y mi vida se desvanece,
de noche, en un sueño.