¿Cuántas veces se cumplen por completo nuestros planes y llegamos a la meta exactamente como la imaginamos? Creo que nunca. Porque la naturaleza de la vida es que cambia y eso abarca hasta nuestras ideas, aun las más fijas.
Estaba haciendo bagels y no salieron como yo quería. Tuve que ajustar parte de la receta a la mitad del proceso y estoy segura que no quedaron como debían. Pero no salieron mal, igual se los comieron todos.
La vida viene sin receta. Sólo con guías más o menos estables de la mejor forma de comportarse. Y hasta ésas están sujetas a interpretación y aplicación. Algo así como echarle un poco más de agua a la masa porque está muy rígida. Al final, lo que uno quiere es comer rico. Y no siempre van a salir exactamente igual que la foto.