Mi cumpleaños es el domingo. No me gusta celebrarlos. Y resulta que este año estoy feliz de cumplir años. Qué sé yo cómo funciona esto. Tal vez es porque no tengo presión de hacer algo y puedo genuinamente pedir algo que yo quiero. Pizza, vino, waffles, relámpagos. Todo lo que no como y que se me antoja. Cosas nada complicadas. Estar con los míos. Tal vez buscar una película.
Hay cosas que se cuelan y comienzan a ocupar espacio. Son pequeñas al principio pero se acumulan hasta pesar. Los recuerdos también. Este año estoy desempolvando los cuartos de mi vida y me siento más liviana. Puedo ponerle energía a lo que sí me importa. Y pensar en la comida que quiero para mí.