Hay piano y batería en la casa porque es parte del plan que los niños toquen un instrumento. Mientras no han comenzado las clases, hemos tenido ruidos con más entusiasmo que pericia. Justo el tipo de vecinos que nadie quiere. Y probablemente, aún con las dichosas clases, el estruendo continuará durante mucho tiempo. Simplemente porque nadie agarra una baqueta a la primera y puede tocar en un concierto. Se necesita práctica y persistencia.
Hàbitos. Que son la parte positiva de la rutina. Eso que lo lleva a uno a decir buenos días siempre, a comer bien siempre, a esforzarse siempre. Precusores de los resultados que buscamos, aún cuando no sabemos que eso es lo que estamos persiguiendo. Porque todo lo que hacemos de forma repetitiva y sin fijarnos, nos lleva a una parte, buena o mala.
Estoy incorporando un nuevo hábito a mi rutina. Uno. Eso es todo el cambio de este año. Espero que sea suficiente para mejorar en todo.
Y que este año que empieza mañana martes, sea gratificante para todos.