Tengo que dar una conferencia y estoy nerviosa. Está bien estarlo. Racionalmente entiendo que no puede salir mal, el punto es tener un debate abierto a discutir ideas, a expandir mentes. No hay nada qué perder.
Las cosas que nos importan nos generan ansiedad por hacerlas bien. Esa inyección de adrenalina que nos hace correr más rápido, ser más fuertes, pensar con más agilidad. No es malo tener ese nerviosismo. Sí es malo no hacer lo que uno quiere por miedo a que salga mal. Todo lo que vale la pena hacerse, vale la pena hasta hacerlo mal.
Sigo poniéndome más nerviosa y está bien. Porque espero ganar algo junto con todos los demás. Y si sale mal, tampoco es el fin del mundo.
