Se arruinó la lavadora. Es una inconveniencia gigantesca (iba a decir tragedia, pero tampoco es para tanto) y, para mientras que la reparan, estoy haciendo lo que puedo con lo que tengo. No es lo ideal, pero sirve.
Hay un problema fundamental cuando uno soluciona cualquier cosa de forma eficaz, aunque no ideal: generalmente las cosas se quedan en esa medio existencia sostenida hasta que verdaderamente se desbaratan. Y no es lo mejor llegar a eso. Lo mejor es encontrar la solución permanente, implementarla, aunque en medio uno pueda espantárselas. Es un poco estar menos cómodo en lo averiado.
Mañana me dicen si tiene reparación el aparato. O si necesito uno nuevo. Porque, así como estoy, no lo sostengo mucho tiempo. Podría… pero no quiero.
