Verte arder

Quiero sentarme

a la orilla del mundo

el calor del fuego en la cara

la sombra del futuro a la espalda.

Le prendí fuego a los barcos

ya no los necesito

no pienso volver.

Verte arder, corazón,

necesitó quedarme

a encender la mecha

soy la que se quema con las naves

y la que las mira en la playa.

No hay regalos

sin sacrificios.