Lo que sale

Tengo que hablar con muchas personas durante el día y, por el trabajo, tengo que ser especialmente seria. Pero a veces se me sale la ligereza en el trato y me siento tonta. O, peor aún, vulnerable.

Todos tenemos una composición emocional que funciona como nuestro adn. No la podemos cambiar, pero sí trabajar con ella. Es una realidad que hay poco control sobre nuestros sentimientos y todo sobre nuestras reacciones. Quedarnos en el “yo soy así”, nos condena al narcisismo, mediocridad y soledad. Siempre hay que tratar de tener mejores actitudes que las que nos salen naturalmente.

En general, logro mantener la seriedad. Hasta que se me sale una animalada. Sólo me queda pedir que no sea con la persona equivocada.

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