En la leyenda familiar, mi bisabuela se supone que hablaba 8 idiomas. Yo he tratado de aprender varios, aunque no me acerco.
Pero más que idiomas, me interesa aprender a hablar de la forma que la gente que quiero me entienda y yo la entienda a ella. Es una cuestión de interés, no gramática.
Por el momento, estoy en “adolescente”. Un idioma fascinante que requiere buen oído, agilidad mental y mucha tolerancia. No creo llegar a dominarlo. Sobre todo porque sus principales representantes pueda que crezcan antes que yo lo logre. Pero voy a tratar.
