Estoy viendo una versión francesa de El Conde de Montecristo. Magnífica novela, sigue siendo fascinante. El estudio que hace Dumas de la forma de actuar de los humanos, impulsados por sus sentimientos, continúa vigente, aunque sean tantos años después.
El ser humano es el mismo, después de cientos de miles de años. Y no creo que vayamos a cambiar mucho en el futuro cercano. La evolución biológica va lenta a comparación del progreso. Y, viendo lo que nos ha dejado la modernidad en enfermedades y descontentos, no estoy tan segura que hayamos mejorado demasiado.
Es bueno saber que a u o lo siguen moviendo las emociones. Porque así nos conocemos y podemos resguardarnos de lo peor. Alimentar el sentimiento positivo, no sumirse en lo más feo de la vida y recordar que uno no es más que lo que ha sido siempre. Ni menos.