Sonreír Bajo Presión

A ver. Eso de las emociones no se me da muy variado. Sé estar feliz y sé estar enojada. Las demás, ésas que son sutiles, mixtas, contradictorias, me cuesta identificarlas. Tal vez siento que es más fácil, o que me da más poder, decir que estoy como la gran, a admitir que estoy nerviosa, triste, melancólica, nostálgica, estresada (o sea, las palabras sí me las sé). Las personas que viven conmigo dicen que no se me nota cuando estoy bajo presión. Mis hijos sí sienten un incremento en la disciplina, pero como eso de todos modos les cae cíclico, no creo que identifiquen la razón particular.

Creo que manejar uno sus propias emociones tiene dos esferas: la interior y la exterior (jejeje, la primera y la segunda). Hacia adentro, es bueno saber qué está sintiendo uno, por qué y hasta dónde puede uno influenciarlo. En mi caso particular, cuando tengo eventos importantes, como un examen de karate, o una fiesta que estoy planificando, generalmente son las cosas que están fuera de mi ámbito de influencia las que me sacan de onda. No saber si va a llover o no, con quién me va a tocar hacer combate, o cuánta gente se va a aparecer, me causa una ansiedad adicional a lo que ya tengo yo qué hacer. Una vez identifico qué me tiene sin poder comer, trato de tomarme una pastillita de zen y seguir adelante. No siempre funciona. Entonces saco el rótulo de «No Se Acerque a la Persona en Estado de Estrés» y mejor mantengo mi distancia.

La exterior es precisamente la forma en la que nos comportamos con terceros no involucrados. Nadie tiene por qué pagar el pato del tráfico del día, ni que estuvieran a cargo de la Ciudad del Futuro… El hecho de sentir sentimientos no nos da licencia para reventárselos a las personas que tenemos cerca en la cara.

Saber qué sentimos nos permite ser un poco más llevaderos. Podemos decirle al que tenemos al lado: «me siento enojado por x o y que no tienen nada qué ver contigo. Dame un momento para que se me pase, no quiero ser grosero.» Y cero clavos.

Claro, de aquí al sábado, por favor háblenme quedito, poco y de lejos. No quiero morder.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.