Se comienza en medio

Las mamás conocemos el principio de la vida de nuestros hijos, pero no lo que va en medio y, de preferencia, no el final. Los hermanos pueden acompañarse mucho del camino de la vida, pero tampoco están allí todo el tiempo. La vida, si se mira como un hilo con principio y fin, tiene muchas intersecciones con personas que pueden quedarse o no.

En general, con los compañeros de vida (léase amigos, pareja, lo que sea), nos encontramos en el medio. Hay muchas cosas que nos formaron en esas infancias olvidadas pero que marcan para siempre. Y mucha de la vida que nos reservamos para nosotros. El verdadero reto es que en donde se coincide, haya mucho terreno qué compartir y que no sólo sea un pequeño alto en el camino.

En medio da la oportunidad de sorprender con lo que sucedió antes, contar la historia propia con nuevos ojos. Lo mejor es que se puede construir hacia delante, con lo que cada uno trae.

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