Estoy segura que hay partes de mi vida interesantes que podría contar en algo escrito. No puedo. No porque me den vergüenza, aunque algunas tal vez sí deberían darme pena, sino porque no tengo la perspectiva para hacerlo. Escribir las historias que escucho de los demás sí me es fácil. Armo el rompecabezas de las piezas que se les salen a las personas sin fijarse. Mejor que cualquier entretenimiento.
Tal vez lo que me pasa es que mi vida no me parece divertida o porque estoy en medio de ella y yo misma no veo la imagen completa para ordenar las piezas que ocupan mi memoria. ¿Cómo hará esa gente que escribe sus autobiografías y lo hace bien como Agatha Christie? Tal vez la clave es poder contar las cosas cuando dejan de afectar. Pero… hago memoria y todo lo que ya no hala alguna fibra, ya no lo recuerdo y así no sé si tenga mucha gracia.
Escribir, como narrativa, es complicado para mí si tengo que dar mi versión. Por muy interesante que sea contarla.