Sin metas

Creo que tener metas como lo más importante, es nocivo. Nos plantean un lugar específico a qué apuntarle en la vida y nos dejan colgados una vez lo alcanzamos. Es mi opinión personal que los famosos retos de fitness son de lo peor que existe. Pasa el tiempo estipulado y, como sólo tenía eso en mi horizonte, llego allí y se acaba el asunto. Hasta el siguiente reto, supongo. El chiste no es llegar a cortar una pita, es aprender a llegar.

Los procesos que seguimos (llámenlos rutina, costumbre, hábito), son los que le dan dirección a nuestro barco. Es sólo cuando los cambiamos que podemos tomar otra dirección. Por eso lo que a mí me gusta es el progreso, no el final. Claro que hay marcadores en el camino, así se mide si uno va mejorando. Es como le digo a mi Senpai en el karate: no lo hago bien, pero voy mejor.

Es bueno celebrar logros. Revisar procesos. Mejorar la vida. Y tener en cuenta que sólo existe una meta que todos vamos a alcanzar. Y de esa nadie vuelve.

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