Tal vez lo mío es estar ocupada

Tengo tanto qué hacer, que una tarea extra es ponerme una pelota adicional en el aire. Al principio con la suma, se me caen todas las demás. Luego ya la adapto a la rotación, hasta la siguiente. Lo malo es que con el paso del tiempo se me hace más cansado, porque allí voy, con menos vista, menos energía y tal vez menos ganas.

¿Cómo habrá sido hace cincuenta años sin las facilidades de ahora? ¿O será que simplemente hacían lo que podían? Así como uno, pero sin tanta presión. No quiero ni pensar en tiempos medievales. Pero seguro tenían un poco de sosiego, que es lo que me hace falta.

Quisiera no tener esa compulsión por llenar cada segundo de mi vida con una tarea. Poder decir que todo está bien, no importando su estado y dejarlo allí un rato. Y escribo eso mientras hago cenas/almuerzos/loncheras y pienso en la lavada de la ropa. ¿El mundo se desboronaría si yo no hiciera lavandería los martes? Tal vez no. Pero seguro no me divertiría tanto como ahora con tanta pelota en el aire. Pásenme otra.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.