Suavizarse

Dos días de no hacer nada más que comer y tomar margaritas y ya hasta siento que me suavizo. El meollo del asunto es que no sé si, primero, lo puedo sostener (no soy aspirante a AA), ni si lo quiero sostener.

Tengo una vida regulada, con horarios, metas diarias, pequeños triunfos que logro con mis hijos, que no sé cómo lograr sin disciplina. Y eso no conozco de otra manera de lograrlo que con un una constante rigidez. Yo sé. Soy dura.

En momentos como el de hoy, que sentí mi risa fácil, mi falta de ponerle importancia a no tener el cuerpo perfecto para el bikini, de ver a mis hijos comiendo lo que quieran, me cuestiono mi vida cotidiana.

Luego me recuerdo que hay un mañana después de las vacaciones y se me pasa.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.