Bueno, sí. Hay cosas literalmente escritas en piedra. Que no las hace más permanentes. Toda esa gente que esgrime una tradición como excusa para no cambiar no entiende cómo llega algo a convertirse en tradición: evolucionando.
Estamos hechos de contradicciones. Mientras los sentimientos y nuestra forma de lidiar con ellos no ha cambiado desde que vivíamos en las cavernas, y de allí parten en mucho nuestra insatisfacción moderna, el entorno en el que vivimos no tiene absolutamente nada de estático. Y si usted vive en esta era de la revolución informática, agárrese que mañana ya cambió otra cosa. Todo lo cual me parece magnífico.
Ese concepto de quiénes somos tampoco se salva del cambio. Es más, es tan fluido como la receta de pasta de la abuela. Además que probablemente si la señora tenía mala letra, da aún más lugar a interpretaciones. No importa sobre qué esté escrita.