Mis hijos tienen amigos maravillosos. Cada casa tiene una manera diferente de criarlos, cosa que me ha ayudado a entender que muchas cosas pueden ser distintas, pero dar excelentes resultados. También me ha tocado callarme con otras personas, porque definitivamente no hacen lo que yo haría.
Tener familia extendida e involucrada implica tener a mucha gente opinando. Es bueno por la parte de la ayuda, un poco agobiante por la intromisión. Yo tengo una familia pequeña y no involucro ni a la que tengo. Todo lo hago sola. Bueno y malo.
Ver a otras personas y saber que sólo puedo intervenir (y cada vez menos) en lo que me atañe muy personalmente, dentro del núcleo cerrado de mi familia, ayuda a entender que en el mundo la gente hace lo que quiere y que uno sólo tiene derecho de opinar en la vida de uno mismo. Porque, al final del día, sólo me importa lo de los míos. El resto observo y ayudo si se necesita.
