La ansiedad es un pájaro herido

Se anida en el pecho

una piedra con alas

que no sirven para nada

y raspa las costillas

cierra el paso del hambre

oprime la risa fácil

no sana, se vuelve a dañar

entierra el pico entre los ojos

hasta que le abro la puerta

exhalo donde apreté

lo suelto con una sonrisa

liviano el vacío que me regala.

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